Yo fui neonazi (El-Pais berichtet über EXIT)
Falk Isernhagen tiene 26 años y ha sido neonazi durante cuatro. Ahora se arrepiente de su pasado y tiene una misión bien diferente: ayudar a salir a los que todavía están dentro.
La conexión de Isernhagen con el entorno neonazi comenzó en el instituto. Cuenta que le tocó una clase en un barrio de Berlín en la que todos los alumnos eran extranjeros excepto él y otro chico. Del resto, la mayoría eran turcos. Fue durante aquellos años cuando conoció a un grupo de jóvenes de ultraderecha un poco mayores que él. Le invitaron al fútbol, a barbacoas y le descubrieron bandas de música. Poco a poco, comenzó a fijarse en las letras que escuchan los neonazis, a leer libros extremistas y a cuestionar el relato de sus profesores sobre la Segunda Guerra Mundial. Un día colgó una bandera alemana en su habitación, pero su madre pensó que eran cosas de adolescentes. A su familia no le contaba lo que rondaba por su cabeza.